En este caso se cubre el consumo de un Escenario de Eficiencia con un sistema energético 100% renovable, operado desde el lado de la oferta. Es decir, que para regular la cantidad de energía que se necesita para cubrir el consumo en todo momento, se actúa únicamente sobre las centrales eléctricas, que pueden dejar de funcionar cuando haya exceso de energía, o que tienen capacidad para acumular energía para utilizar en los momentos de más demanda. Para ello se utilizan las centrales termosolares con capacidad de almacenamiento o con apoyo de biomasa y las centrales hidroeléctricas, y en menor medida las de biomasa y la geotérmica.

 

Al ser un sistema integrado, el excedente de generación eólica y fotovoltaica se emplearía para producir hidrógeno, que se utilizaría como combustible. En este caso el tamaño del sistema eléctrico sería mucho menor que en el caso de cubrir el consumo del Escenario de Eficiencia con un sistema 100% renovable (2,25 veces mayor si se compara con el consumo).

 

En las figuras se muestra el reparto por tecnologías de la potencia instalada y de la generación de electricidad, cómo se acopla esta a lo largo del tiempo con la demanda y la participación de cada forma de energía final.