En el Escenario de Continuidad los modos más dominantes (carretera y avión) son también los de mayor consumo específico (a excepción del barco que tiene un gran consumo específico pero no es tan utilizado). El más eficiente en consumo es el tren.

 

En el Escenario de Eficiencia, coches y motos consiguen reducir su consumo específico y pasar a ser uno de los más eficientes junto con el tren, gracias a la electrificación y al incremento en el factor de ocupación que permite un sistema de transporte inteligente.

 

Una de las importantes estrategias del Escenario de Eficiencia para facilitar la rápida evolución hacia un sistema más sostenible es un cambio de enfoque respecto a esos modos de movilidad que son dominantes y poco eficientes en la actualidad, y reconvertirlos hacia la eficiencia.

 

El modo de transporte más problemático que permanece es el aéreo, por lo que uno de los objetivos fundamentales es limitar al mínimo su utilización y desplazar al máximo los desplazamientos hacia el ferrocarril.